No hace falta recordar que mi primera experiencia con la tarjeta Boletur no fue precisamente un éxito. A pesar de esas dificultades iniciales ya ha pasado un año completo de uso continuo, y no recuerdo cuanto tiempo sin otra alternativa para tener derecho a la tarifa preferencial. Para los que no saben, se trata de 50% de descuento a estudiantes en los autobuses de transporte urbano de la ciudad de San Luis Potosí. Las personas de la tercera edad usan el mismo sistema. Lo primero que me ha sorprendido es que sí, se puso un lector de tarjetas en todos y cada uno de los autobuses urbanos. El sistema es suficientemente confiable, aunque sí han habido varias ocasiones en que el saldo de mi tarjeta no se lee sin motivo aparente. Ha sucedido con mayor frecuencia en los autobuses verdes. Otra diferencia es que tal vez sea por que ahora voy en otro horario a recargar el saldo de mi tarjeta pero ya no me han tocado aglomeraciones tan grandes de gente en los centros de recarga. El acceso a los autobuses es más sencillo, rápido y cómodo.
Los problemas que le he visto son, como mencioné, que a veces la tarjeta no se lee correctamente de modo que no es posible confiarse únicamente del saldo en esta para transportarse. He visto que las tarjetas no son estándar, algunas vienen a color y otras en blanco y negro. Otra es que es muy sencillo usar la tarjeta de otra persona, realmente los operarios no lo checan. Y bueno eso puede ser bueno o malo. Por ejemplo, algo muy curioso es que una vez tramitada la tarjeta, nunca se me ha vuelto a pedir la credencial de estudiante. La sorpresa desagradable llegó la semana pasada cuando me dirigí a recargar mi tarjeta. No esperaba ningún cambio pero al momento de pasarla por el aparato lector para consultar el saldo apareció un mensaje diciendo que la vigencia había expirado. Por un momento pensé que ahí había terminado todo, debido a que ya no soy estudiante y en el pasado cuando comprabas boletos de autobús revisaban la vigencia de tu credencial de alguna escuela. Pero al comentarle a la señorita de la ventanilla me dió gusto escuchar que no me ponía objeciones y simplemente me renovó la validez y me puso el saldo solicitado. Genial, otro año de descuento para mí. Me pregunto cuanto durará.
Por ese motivo simplemente me atrevo a decir que vale muchísimo la pena tramitar la tan mencionada tarjetita. No solo ahorra molestias, también dinero a los que ya dejamos de estudiar…
La verdad eso me parece una gran falla, un hueco enorme que demerita mucho el proyecto. Al final es solamente un error humano (que espero se repita conmigo el año que viene) y comprendo que las señoritas se quieran ahorrar tiempo porque con el regreso a clases y todo eso van a tener que renovar muchísimas vigencias. Pero al final sale lo mismo que con los boletos: aún cuando no tengas derecho al descuento, te puedes aprovechar.
Algo que nunca he entendido del transporte público en San Luis es por qué el precio está regulado por el gobierno. Es quizá gracias a eso que Boletur «funciona» pero en ningún otro lugar lo he visto. En el Distrito Federal, por ejemplo, tras la quiebra de la ruta 100, surgieron varias líneas y empresas nuevas con tarifas distintas cada una. Actualmente el costo sigue siendo más barato allá que en esta pequeña ciudad, donde te cobran $5.00. Incluso el Metro es más barato. Sí, el Metro está enormemente subsidiado pero es una alternativa perfectamente válida y desde el punto de vista del consumidor es competencia para los autobuses, micros, peseros y demás.
Pero volviendo al tema, Boletur, luego de un año, no me ha decepcionado. Gracias a Dios por este descuento ilícito que al parecer podré seguir usando hasta que mi tarjeta se dañe o se extravíe.